
Estos
eran mis miedos, siempre los tenemos. Nos asaltan las dudas. A menudo
pensamos que otra persona lo haría mejor.
Escribir
en un blog no es como hablar en público. No tienes que estar
físicamente de pie, delante de un grupo amplio de personas que te
escuchan. Aún así, estás escribiendo al mundo, expresando tus
sentimientos, hablando de lo que se te ocurra, pensamientos que pasan
por tu mente.
Cualquier
persona en cualquier lugar del mundo, por remoto que parezca...
puede leer el blog, puede opinar, puede interactuar contigo,
mostrarte lo que siente... ES INCREÍBLE
y a la vez ASUSTA.
Para
algunos serán boberías, cosas sin importancia pero siempre habrá,
al menos una persona en el mundo que piense lo contrario, que le
guste, que le ayude. Sólo por esa persona, el esfuerzo habrá valido
la pena. Seguro que más de uno piensa: “Esta
chica está mal de la cabeza”, “mira
que cosas más raras dice”, “vive
en otro mundo”, “ya se está
poniendo profunda otra vez... paso”... algunas de estas
frases las he escuchado, otras me las imagino.
En los comienzos, cuando escribía los artículos, lo hacía en un documento de texto que luego le enseñaba a un buen amigo. Quería que me lo revisara y me diera su visto bueno. Que me dijera posibles fallos, como mejorar la expresión y cosas así. En ese momento creía muy poco en mi como “escritora de blog”. Él me ayudaba, me corregía alguna expresión, algún pequeño detalle pero, poco a poco fui creyendo en mi. Seguí alguno de sus consejos y les sumé lo que me había enseñado Don Ángel Lafuente en el curso de oratoria de este verano... “Utiliza frases breves”, “Nunca la palabra antes que el pensamiento”. Ya hace tiempo que nunca pregunto nada, escribo lo que siento, lo que me sale en ese momento... intento expresarlo lo mejor posible, tal y como me gustaría que me lo contaran a mi. Ya no hace falta que me revise lo que escribo.
Te
das cuenta que no pasa nada. Que tus miedos
son NADA, sólo eso, miedos. Observas como hay gente que
lee lo que escribes, que les gusta. Algunos comentan, otros no. Lo
que está claro que no puedes agradar a todo el mundo, siempre habrá
alguien que critique o que opine de manera diferente... pero eso es
bueno también.
Lo
mejor de todo es cuando, te encuentras con gente que ha leído tus
artículos. Cuando te dicen que les gusta como escribes, que les
aporta ideas, que les ayuda a intentar sacar adelante sus
proyectos... y te dan las gracias... ufff
QUE SUBIDÓN. Es una sensación increíble. Se la
recomiendo a todo el mundo. Es entonces cuando piensas: “Pues
mira... hay gente que le gusta como escribo, no lo debo hacer tan mal
como yo pensaba”, “les gusta
lo que pienso, lo que expreso”, “les
puede servir de motivación, de ayuda”...
Quiero
terminar este artículo agradeciendo a todas aquellas personas que
siguen este blog, ya sea de manera continua o simplemente leyendo
algún artículo, expresando su opinión o no. Mi intención es
seguir escribiendo y aportando mis conocimientos y mis ideas. Seguiré
aprendiendo y compartiéndolo con todos ustedes.
¡¡¡GRACIAS
POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA!!
¡¡SIN
USTEDES NO SERÍA POSIBLE!!
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Monica Frey Grimm
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